martes, 18 de agosto de 2009

LA NOCHE FRAGMENTADA por Ana Martínez Quijano

La noche es el tema de las últimas pinturas de Andy, y cada obra el punto de partida de un relato que el espectador intentará imaginar.
La fascinación que ejercen los aspectos sombríos de esta historia está encarnada en una joven que mira el cielo del atardecer. Ensimismada, observa el instante que concentra la mayor intensidad de la luz, a pesar de la marcada oscuridad del azul. A su lado, una pintura refleja el momento preciso en que comienza a caer la noche, y el enjambre de ramas, hojas y brotes de un bosque, dibuja un encaje que se recorta sobre el azul todavía resplandeciente del crepúsculo.
A partir de una fotografía, Andy pintó, en tamaño real, la silueta de una joven de espaldas a la cámara, acentuó la blancura de la piel con un vestido negro y su espeso pelo también negro. La figura está de pie mirando el paisaje, su rostro resulta inaccesible y, con su posición distanciada elude el canon del retrato clásico. Si bien la elaborada pintura mantiene la frescura de una instantánea, el personaje aparece cargado de enigmas.

Lo nocturno, con todo lo que conlleva de oscuro e irracional, está presente en una inmensa pintura cuyo protagonista es un perro negro con su pelo sedoso y brillante. El animal sencillamente olfatea el terreno, pero la oscuridad absoluta del paisaje revela la existencia de un componente siniestro, y siembra dudas sobre el sentido de la obra. Mientras la imagen del perro remite a la idea de mansedumbre, docilidad e, incluso, hasta sumisión, la tersa superficie negra del fondo, ostenta unas formas fantasmales. Con un bajorrelieve que apenas se adivina, casi imperceptible, la artista diseña un territorio del temor y del miedo.

En abierto contraste con estas sensaciones, la intimidad de unas escenas familiares abre un capítulo donde se exalta la protección y una afectuosa cercanía, sentimientos que van al rescate del calor del hogar burgués. La madre y el padre abrazan a sus hijos bajo una luz que triunfa sobre todas las sombras imaginables. Sus rostros se han vuelto incandescentes, los enciende una transparencia dorada.
La intimidad es un tema central en la muestra, circunstancia que se acentúa en las figuras femeninas retratadas en pleno sueño. Hay una escena que muestra una mujer durmiendo en su cama y otra en el piso, como si algo hubiera acontecido durante la noche que la indujo a procurar la cercanía física. A su vez, esta obra remite al concepto shakesperiano de que el hombre está hecho de la misma materia del sueño, y de que su vida acaba en un sueño. Mirados desde este punto de vista, los personajes se tornan vulnerables.

Entretanto, crecen ante nuestros ojos los objetos del “Catálogo de ausencias”. La idea de pintar un conjunto de objetos de pequeño formato y alto poder evocativo está inspirada en el cuento de Silvina Ocampo, “Amada en el amado”, donde dice: "Él volvió a soñar a lo largo de la vida y ella a sacar objetos de sus sueños". Y allí están, fuera del sueño para participar de la vida, la “Cajita de música”, el “Biscuit”, la figurita “De parto” y la lámpara que velaba los sueños infantiles de Andy: “Luz de noche”. En una exhibición de grandes contrastes, el universo exterior ejerce una presencia intimidante en el mundo interior; lo animado fuerza la energía oculta de lo inanimado; la ficción enfrenta la vida real. Y, mientras tanto, gravitando en toda la muestra que se cierra con un luctuoso crisantemo, se oye el sonido de la respiración y del viento.

1 comentario:

  1. Es una muestra simplemente hermosa! Increíble la maestría con que logra transmitir desde el lienzo tantas sensaciones ¡!!... Desde el plácido, descansado y blanco sueño, se va internando en algo tan inquietante hasta revelar los propios miedos como pesadillas turbadoras…
    Esconde tanto misterio la penumbra del anochecido bosque como la negrura insondable de los cabellos de la mujer que se asoma, cauta, prudente y a la vez azuzada por el deseo de descubrir tras lo insondable, quizás el secreto vital de la existencia…
    Y el manso perro de pelo lustroso es tan enigmático como las sombras de donde emerge, para tal vez olfateando el pasado encontrar las huellas de un futuro incierto… Imposible contemplar la obra sin inmiscuirse en ella; o quizás es ella la que logra penetrar en nuestras incógnitas personales. ?
    Me encantó y por lo que pude ver, es muy movilizadora. Un FELICITACIONES no alcanza a transmitir la conmoción interna que genera, por lo que sólo te digo : “disfrútala”, y un gran abrazo con mucho cariño traspasará la distancia y acariciará tu espíritu como hizo tu obra en el mío. Queda pendiente un brindis que será allí o por estas tierras cuando vengas.

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